Agenda tu cita 8120892244

Padecimiento

¿Se considera el TDAH como una discapacidad?

No es considerado una discapacidad, solo un trastorno del neurodesarrollo que se asocia a factores adversos propios de la maternidad y ambientales.

El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es un trastorno crónico que afecta a un 3-15% de los niños en edad escolar y aproximadamente a un 2% de adultos.

En un 40%- 60% de los casos habrá problemas asociados como; retraso en el habla, trastornos del aprendizaje, fracaso escolar, problemas de conducta, y trastornos emocionales (ansiedad, depresión y baja autoestima).

Ya con menor frecuencia se suele observar en estos niños un aumento en la propensión a sufrir accidentes, problemas relacionados con el dormir, y también enuresis y encopresis. Además, clásicamente diferentes signos neurológicos menores han sido relacionados con el TDAH, al igual que con trastornos del aprendizaje.

Factores de riesgo implicados en el desarrollo de TDAH

Los factores adversos que se consideran indicadores de desarrollo son; bajo nivel socioeconómico, familia numerosa (3 o más hermanos), criminalidad paterna, trastorno mental materna, y ser cuidado por una familia adoptiva. Los factores adversos biológicos a tener en cuenta son: historia familiar.

Hay diversos trabajos que investigan la posible relación entre el estilo educativo de los padres y la presencia de psicopatología, como puede ser la depresión, trastornos fóbicos o esquizofrenia. Se considera que los padres de niños con TDAH son más críticos y punitivos, y menos afectuosos.

Tipos de trastornos de déficit de atención e hiperactividad

Existen tres tipos de TDAH:

  • Predominantemente hiperactivo-impulsivo

La mayoría de los síntomas (seis o más) se encuentran en la categoría de hiperactividad-impulsividad. Se presentan menos de seis síntomas de inatención, aunque la inatención aún puede estar presente hasta cierto grado.

  • Predominantemente inatento

La mayoría de los síntomas (seis o más) se encuentran en la categoría de la inatención y se presentan menos de seis síntomas de hiperactividad-impulsividad, aunque la hiperactividad-impulsividad aún puede estar presente hasta cierto grado. Los niños que padecen este tipo son menos propensos a demostrarlo o tienen dificultades para llevarse bien con otros niños. Puede que estén tranquilos, pero no quiere decir que están prestando atención a lo que están haciendo. por lo tanto, la conducta del niño puede ser pasada por alto y los padres y los maestros puede que no noten que el niño padece del TDAH.

  • Combinación hiperactivo-impulsivo e inatento

Están presentes seis o más síntomas de inatención y seis o más síntomas de hiperactividad-impulsividad. La mayoría de los niños padecen el tipo combinado del TDAH.

Síntomas en Trastorno de Déficit de Atención

Los ejes cardinales del TDA-H son el Déficit de Atención y la Hiperactividad-Impulsividad. La mayoría de los niños presentan un trastorno de tipo combinado con características significativas de ambos ejes; sin embargo, podemos encontrar sintomatología aislada de uno u otro eje y así el DSM-IV diferencia tres subtipos según predominen unos u otros síntomas:

  • TDA-H global o combinado
  • TDA-H con predominio Déficit de Atención
  • TDA-H con predominio Hiperactivo / impulsivo

Síntomas cardinales de trastorno de déficit de atención

  • Desatención:

No se trata exactamente de una deficiencia sino de una falta de perseverancia de la atención, de una atención dispersa; el niño se distrae con mucha facilidad, se olvida de las instrucciones, cambia de tarea rápidamente y rinde mucho más cuando se le proporciona una atención individualizada. Esta falta de atención se presenta de una manera intensa y persistente y además afecta negativamente a su desempeño en diferentes actividades.

  • Impulsividad:

El niño habla y actúa antes de pensar, tiene prontos y salta enseguida. Existe una falta de control de los impulsos que es lo que los lleva a meterse en problemas. Suelen interrumpir, hablan más alto que los demás, se frustran fácilmente y tienen muy poca paciencia. Sus reacciones son reflejas más que reflexivas.

  • Hiperactividad:

El niño es incansable, se mueve nerviosamente, nunca se está quieto. En realidad, parece ser que el problema radica más que en el nivel de actividad en sí mismo, en la incapacidad de adaptar este nivel a las expectativas de la situación.

¿Cómo podemos diagnosticarla?

La importancia del diagnóstico del trastorno se sustenta en las siguientes premisas:

  • Es un trastorno que está cerca de la normalidad
  • Asocia un riesgo moderado-alto de producir problemas secundarios graves
  • Tiene una tasa de prevalencia alta
  • Puede mejorar con tratamiento

No hay ningún marcador biológico que indique que un niño padece TDA-H. El diagnóstico es exclusivamente clínico.

Existen encuestas que pueden hacer sospechar la existencia de un problema, pero no se puede establecer el diagnóstico por ellos. Los más utilizados son los de Conners para padres y profesores; existe una versión adaptada del Conners para profesores para la población española por Farré y Narbona.

Tratamiento en pacientes con déficit de atención

La meta terapéutica del TDA-H es mejorar la conducta del niño en el hogar, la escuela y los amigos modificando su falta de atención, impulsividad e hiperactividad; además se intentará mejorar sus funciones cognitivas, sus habilidades sociales y sus conductas “problemáticas”.

Se basa en:

  • Patrones educativos (padres y educadores)
  • Apoyo psicológico
  • Tratamiento farmacológico

El pronóstico a largo plazo mejora cuando se utiliza una combinación de los tres.