Padecimientos
La parálisis facial es un trastorno en el que los músculos de la mitad de la cara presentan una parálisis. Es una condición que puede afectar en cualquier edad, por lo que la respuesta es sí, existe la parálisis facial en niños. En este espacio te explicaremos más acerca de qué puede ocasionar una parálisis facial en niños, cómo se manifiesta y cómo tratarla.
Primero que nada es importante mencionar que existen 2 tipos de parálisis facial: central y periférica. La parálisis facial central ocurre cuando hay algún trastorno en el sistema nervioso central que ocasiona la parálisis, algunos ejemplos son un tumor, absceso o infarto en el cerebro, lo puede ocasionar cualquier cosa que intervenga con las vías neuronales que se encargan de enviar la señal de movimientos faciales a la cara. La parálisis facial central suele condicionar un trastorno grave, pero afortunadamente son raros los casos.
La parálisis facial periférica ocurre cuando hay una lesión del nervio facial, un nervio que sale de la base del cerebro, atraviesa el cráneo y otros tejidos, llegando a la cara donde se ramifica para inervar todos los músculos de la cara. Hay 2 nervios faciales, uno derecho y otro izquierdo para inervar cada lado de la cara. Este nervio se puede lesionar por muchas causas: infección, inflamación, lesión traumática (por un golpe o algún procedimiento quirúrgico) o por alguna causa desconocida.
La parálisis de Bell es la principal causa de parálisis facial, tanto en niños como en adultos. Realmente se desconoce la causa exacta de este padecimiento, pero se cree que ocurre por una inflamación del nervio, muy probablemente asociada a una infección viral. De hecho, es bastante común que los pacientes refieran algún cuadro gripal días o un par de semanas previo al inicio de la parálisis facial.
Otras infecciones que pueden ocasionar inflamación del nervio facial, presentando como consecuencia una parálisis facial son: citomegalovirus y virus de varicela zóster, ambos de la familia Herpes virus. Otras infecciones menos comunes son enfermedad de Lyme y VIH.
En el caso de bebés también puede presentarse como una parálisis facial congénita. Esto como consecuencia de defectos del desarrollo, o alguna lesión traumática al nacer (principalmente en niños con alto peso al nacer, uso de fórceps y prematuros).
También existe el síndrome de Ramsey-Hunt el cuál se caracteriza por una reactivación del virus varicela-zóster. En estos casos además de parálisis facial periférica se presenta un rash doloroso en el canal auditivo, sordera, nistagmo, vértigo y alteraciones de la marcha.
Se va a observar una debilidad de los músculos de la cara, ya sea del lado izquierdo o derecho según el nervio afectado. Ésta debilidad se presenta de forma rápida y de grado muy variable, ya que puede observarse desde solo una leve asimetría de la cara principalmente cuando habla o hace gestos, una debilidad moderada visible incluso con la cara en reposo, o una debilidad severa en donde incluso el niño es incapaz de cerrar completamente el ojo, no se le entiende bien lo que dice y se le sale la saliva y comida del lado de la boca que está afectado.
Otro síntoma bastante común es la sensación de ojo seco debido a la disminución de la producción de lágrimas. Esto ocurre ya que el nervio facial además de controlar los músculos de la cara también se encarga de estimular las glándulas lacrimales.
En el caso de parálisis de Bell los síntomas suelen durar desde 2 semanas hasta 6 meses. La severidad y duración de la parálisis depende de qué tan afectado esté el nervio y que tan pronto se reciba tratamiento para disminuir la inflamación y rehabilitación física para recuperar una adecuada movilidad de los músculos de la cara.
Dependiendo de la causa de la parálisis facial hay otros síntomas que pudieran presentarse:
Como se mencionó, parte de que tan rápido se mejore el niño de una parálisis facial va a depender de qué tan rápido reciba el tratamiento adecuado. Apenas inicien los síntomas es importante que reciba medicamentos para disminuir la inflamación, usualmente se recetan corticosteroides por 5 días. En el caso que se tenga una alta sospecha de que la causa sea por infección de algún virus de la familia herpes deberá recibir tratamiento antiviral con aciclovir o valaciclovir. Para el cuidado del ojo cuando no cierra adecuadamente se recomiendan gotas lubricantes y cubrir el ojo con un parche para evitar la resequedad.
Parte fundamental para una adecuada y más rápida recuperación es la terapia de rehabilitación física, la cuál ayudará al niño a mejorar la fuerza y coordinación de los músculos de la cara. Ésta terapia debe ser dirigida por un fisioterapeuta capacitado, quien realizará masajes en la cara para estimular los músculos faciales y le proporcionará ejercicios con la finalidad de recuperar una mejor movilidad de los músculos de la cara.
Siempre evitando dejarse llevar por otros tipos de terapia que involucra electricidad (como choques o toques eléctricos en la cara) ya que esto altera la función del nervio y puede ocasionar movimientos anormales de la cara, siendo más difícil de tratar. Es por esto que es importante acudir con un especialista en el tema, en este caso con un neurólogo pediatra para determinar la causa de la parálisis y el mejor tratamiento según cada caso.
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