Una discapacidad cognitiva es una afectación en la cognición que impide realizar actividades de la vida diaria. En este rubro se incluyen trastornos como la afasia, el trastorno por déficit de atención, la dislexia y la pérdida de memoria.
Las habilidades cognitivas incluyen diferentes procesos mentales complejos que se llevan a cabo a nivel cerebral, algunas de las funciones son:
- Atención:
Capacidad para mantenerse concentrado en una sola actividad, por ejemplo leer un capítulo de un libro sin realizar pausas constantes para mirar alrededor
- Procesamiento rápido:
La capacidad cerebral para procesar información, por ejemplo entender que al escuchar una sirena significa que una ambulancia viene cerca
- Memoria a corto plazo:
Capacidad para recordar información por cortos periodos de tiempo, por ejemplo una dirección que se está buscando
- Memoria a largo plazo:
La capacidad para retener información por largos periodos de tiempo, por ejemplo la dirección en la que se habita
- Lógica y razonamiento:
La capacidad para razonar situaciones, priorizar tareas y planear actividades
- Procesamiento de lenguaje:
La capacidad para reconocer letras y palabras escritas, así como el lenguaje hablado
- Procesamiento matemático:
La capacidad para reconocer números, símbolos y comprender cálculos sencillos
Existen diferentes trastornos que afectan diferentes partes en los procesos cognitivos a diferentes grados, por lo tanto no todos los pacientes con una discapacidad cognitiva tienen las mismas limitaciones, incluso si cuentan con el mismo diagnóstico.

Atención
Si bien puede ser normal que cualquier persona se presente distraída al presentar múltiples estímulos, los pacientes con una discapacidad cognitiva con el dominio de atención afectado presentan como tal una pérdida de su funcionalidad en las actividades de la vida diaria debido a inatención.
El ejemplo más claro de inatención son los personas con diagnóstico de TDAH (Trastorno de déficit de atención con o sin hiperactividad), quienes pueden procesar sin ningún problema e incluso pueden ser muy buenos para realizar cálculos matemáticos o resolver problemas. Sin embargo suelen distraerse fácilmente por lo que tienen dificultades para terminar tareas, llevar a cabo planes o mantener el hilo de una conversación.
Procesamiento matemático
En este rubro los pacientes tienen dificultad para entender los conceptos numéricos, es decir, si nosotros leemos “2+2” inmediatamente sabemos qué significa y podemos llevar a cabo la resolución de la ecuación. Sin embargo las personas con una discapacidad cognitiva pueden ver la ecuación sin entender su significado tal cual.
Esto llega a limitar su funcionalidad debido a que nos encontramos constantemente expuestos a las matemáticas, por ejemplo, al manejar el dinero.
Memoria a corto y largo plazo
Algunos ejemplos de personas con problemas de memoria son aquellas personas que sufrieron de un evento cerebrovascular o embolia o algún tiempo de demencia. En general se trata de pacientes que suelen ser dependientes de alguien más pues pueden llegar a perderse en lugares conocidos, olvidar realizar tareas básicas como bañarse o incluso no reconocer a las personas más allegadas.
Resolución de problemas
Las personas con alguna discapacidad intelectual pueden tener problemas para resolver problemas, lo que puede llegar a ser muy frustrante incluso al enfrentarse a situaciones simples.
Procesamiento de lenguaje
Los grupos de pacientes con dificultades para el procesamiento de lenguaje pueden tener dificultades para entender el lenguaje hablado (trastorno del procesamiento auditivo), para emitir palabras (afasia) o para leer adecuadamente textos (dislexia). Todos estos problemas se encuentran a pesar de que la visión, la audición y el habla están completamente respetados, sin embargo no es posible el procesamiento de forma correcta. La afasia puede llegar a ser un problema encontrado en pacientes con eventos cerebrovasculares o traumatismos craneoencefálicos.
Conclusiones
El grado de funcionalidad dependerá de la severidad de los síntomas y las estrategias de compensación disponibles para la persona. Si bien los pacientes con TDAH presentan problemas de inatención que puede llegar a limitar su funcionalidad de forma importante, este grupo de pacientes puede mejorar con el uso de estrategias compensatorias, por ejemplo, el uso de agendas y recordatorios, técnicas de estudio y de realización de actividades para mantener la concentración.
Por otro lado, la mejoría en trastornos orgánicos como lo son los eventos cerebrovasculares o los síndromes congénitos como el síndrome de Down se encuentra limitada, hasta cierto punto, por la severidad de la condición de base.
Debido a que cada persona es diferente, es importante la evaluación diagnóstica por un experto, en este caso, un especialista en neuropsicología para establecer un plan de tratamiento específico para el tipo y gravedad del déficit cognitivo de la persona en particular.Usualmente se procura realizar ejercicios de “entrenamiento cerebral” para facilitar el procesamiento de información y estrategias compensatorias para mantener la máxima funcionalidad e independencia posible.
