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¿A qué edad se diagnostica la hiperactividad?

Generalmente el inicio de los síntomas de la hiperactividad es alrededor de los los 4 años, El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) suelen diagnosticarse entre los 6 y 12 años. Esto se debe a que en estos años, los niños comienzan su entorno social en la escuela y el contraste en su comportamiento puede ser más evidente.

¿Qué es el TDAH?

El Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una condición neuropsiquiátrica que durante mucho tiempo se ha reconocido que afecta la capacidad de funcionamiento de los niños. Las personas que padecen este trastorno muestran patrones de niveles de falta de atención, hiperactividad o impulsividad inadecuados para el desarrollo. El DSM IV lo combinó en un trastorno con tres subtipos: predominantemente desatento, predominantemente hiperactivo o de tipo combinado. 

¿Cuáles son los síntomas del TDAH?

Los síntomas comienzan a una edad temprana y suelen incluir falta de atención , falta de concentración, desorganización, dificultad para completar tareas, ser olvidadizo y perder cosas, interrumpir conversaciones, correr, saltar y brincar sin agotarse, molestar a los compañeros, interrumpir filas etc.

Los síntomas principales del TDAH se dividen en dos categorías: inatención y hiperactividad-impulsividad. Es fundamental recordar que no todos los que padecen TDAH presentarán todos estos síntomas, y su intensidad puede variar.

Síntomas de Inatención:

  1. Dificultad para prestar atención a los detalles o cometer errores descuidados en el trabajo o las actividades escolares.
  2. Dificultad para mantener la concentración en tareas o actividades.
  3. A menudo parecen no escuchar cuando se les habla directamente.
  4. Descuido en la organización de tareas y actividades.
  5. Evitan o muestran aversión a tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido.
  6. Pierden objetos necesarios para las actividades diarias.
  7. Son fácilmente distraídos por estímulos externos.

Síntomas de Hiperactividad e Impulsividad:

  1. Inquietud, dificultad para estar quieto en situaciones en las que se espera.
  2. Corren o trepan en situaciones inapropiadas.
  3. Incapacidad para jugar o realizar actividades en silencio.
  4. Hablan en exceso.
  5. Dificultad para esperar su turno y tienden a interrumpir a los demás.

Es importante destacar que el diagnóstico del TDAH debe ser realizado por un profesional de la salud, como un neurólogo o psiquiatra, tras una evaluación exhaustiva. Además, el tratamiento puede incluir terapia conductual, educación, apoyo emocional y, en algunos casos, medicación.

Cada persona que enfrenta el TDAH es única, y su experiencia puede variar. La comprensión y el apoyo son fundamentales para mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen, así como para brindar información confiable a aquellos que buscan entender mejor este trastorno.

Estos síntomas deben estar presentes antes de los 12 años, haber durado seis meses e interferir con las actividades de la vida diaria para ser etiquetados como «TDAH». Esto debe estar presente en más de un entorno (es decir, en el hogar y la escuela, o en la escuela y en las actividades extraescolares).

Puede tener grandes consecuencias, incluidas interacciones sociales, aumento de conductas de riesgo, pérdida de empleos y dificultades para obtener resultados académicos. }

¿Cual es la Etiología del TDAH?

Se considera una disfunción del funcionamiento ejecutivo, predominantemente una actividad del lóbulo frontal. Por tanto, los pacientes con TDAH muestran discapacidad no sólo en la atención y la concentración sino también en la toma de decisiones y la regulación emocional. Los niños con TDAH pueden tener dificultades con las interacciones sociales, frustrarse fácilmente y ser impulsivos. A menudo se les etiqueta como «alborotadores». El TDAH se asocia con déficits cognitivos y funcionales que se relacionan con anomalías difusas en el cerebro en la circunvolución del cíngulo anterior y la corteza prefrontal dorsolateral (CPDL).

¿El TDAH es genético?

El origen exacto del TDAH no se conoce con exactitud, pero se considera que es de origen multifactorial, es decir factores genéticos y ambientales juegan un papel muy importante en su génesis, sin embargo La susceptibilidad al TDAH puede conferirse por la variación en el gen TPH2 en el cromosoma 12q21, mutación en el gen CDH2 en el cromosoma 18q12.

Se han mapeado varios loci para la susceptibilidad al TDAH, incluido ADHD 1 en el cromosoma 16p13, ADH2 sobre el cromosoma 17p11.

¿En quienes se puede presentar el TDAH?

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno neurológico que puede manifestarse en diferentes grupos de edad, afectando tanto a niños como a adolescentes y adultos. Es fundamental entender en quiénes se puede presentar el TDAH para proporcionar información completa y precisa:

1. Niños: El TDAH es más comúnmente diagnosticado en la infancia, generalmente antes de los 12 años. Los síntomas pueden ser evidentes en la escuela, donde los niños pueden tener dificultades para prestar atención, seguir las instrucciones y comportarse de manera inapropiada.

2. Adolescentes: Los síntomas del TDAH pueden persistir en la adolescencia. Los adolescentes con TDAH pueden enfrentar desafíos adicionales en la escuela, como dificultades académicas y problemas en las relaciones sociales. También pueden experimentar impulsividad y riesgo de conductas adictivas.

3. Adultos: Aunque a menudo se asocia con la infancia, el TDAH puede continuar en la vida adulta. En adultos, los síntomas pueden manifestarse de manera diferente, incluyendo dificultades en la organización, la gestión del tiempo y la concentración en el trabajo o las responsabilidades diarias. También puede afectar las relaciones personales.

Es importante destacar que el TDAH puede afectar a personas de cualquier género y origen étnico. No discrimina y puede ser un desafío significativo en la vida de quienes lo padecen. La detección temprana y el tratamiento adecuado son clave para ayudar a las personas a sobrellevar los síntomas y mejorar su calidad de vida.

Cada individuo que enfrenta el TDAH tiene una experiencia única, y es fundamental brindar apoyo, comprensión y acceso a información confiable tanto a las personas que lo padecen como a sus familiares y seres queridos.

¿Cómo se realiza el diagnóstico del TDAH?

Se utilizan diferentes escalas para medir los problemas que padecen los pacientes con TDAH. Un ejemplo de ello es la Escala de Trastorno por Déficit de Atención de Brown , que incluye áreas comunes en las que estos individuos enfrentan dificultades y puede usarse en adultos para identificar el trastorno.

Para los niños, la escala de TDAH de Vanderbilt se utiliza a menudo, ya que tiene un componente tanto del maestro como de los padres. Un examen físico, por otro lado, no es tan útil en el diagnóstico del TDAH, pero aún puede usarse para excluir causas médicas como problemas de tiroides.

También podría ayudar a identificar cualquier problema médico que pudiera orientar las opciones de tratamiento. Por ejemplo, es posible que las personas con hipertensión no opten por estimulantes como opción de tratamiento

¿Cómo se trata el TDAH?

El TDAH se trata mediante fármacos estimulantes como el metilfenidato o atomoxetina pero debe de ir acompañado de igual manera de terapia neuropsicológica.

¿Cual es el pronóstico del TDAH?

El pronóstico del TDAH es variable según la edad del individuo que experimenta los síntomas. Se ve que los síntomas del TDAH persisten hasta la adolescencia y pueden afectar los ámbitos social y académico de la vida.

Dos quintas partes de los pacientes continúan experimentando los síntomas en la adolescencia, mientras que a una cuarta parte de ellos también se les diagnostica un trastorno antisocial concurrente. Sin embargo, también se observó una tendencia importante a largo plazo: los síntomas de los pacientes con TDA disminuyeron en aproximadamente un 50% en la edad adulta.

La regla general es que el 50% de los pacientes «superan» el TDAH, especialmente con tratamiento, y otro 25% no necesita tratamiento hasta la edad adulta. Esto tiene dos teorizaciones; En primer lugar, los estimulantes ayudan a mejorar el desarrollo del lóbulo frontal con el tiempo y, en segundo lugar, los adultos suelen elegir carreras que no requieren atención sostenida . En la edad adulta, estos pacientes pueden alcanzar sus objetivos educativos y vocacionales.

Sin embargo, el TDAH no tratado puede causar una disfunción persistente y consecuencias devastadoras que incluyen, entre otras, incapacidad laboral a largo plazo, aumento de accidentes automovilísticos y mayor uso de sustancias.

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