Es una parálisis temporal o parálisis de los músculos faciales. Ocurre cuando una afección, como una infección viral, causa inflamación e hinchazón del séptimo nervio craneal (el nervio que controla los músculos de la cara).
La parálisis de los músculos faciales de un niño es un síntoma, con varias posibles causas subyacentes, que incluyen:
· Resultado de una infección viral o una causa desconocida
· Trauma durante el parto
· Lesión craneal
· Afecciones congénitas como el síndrome de Moebius
· Anomalías craneofaciales como la microsomía hemifacial
· Tumores, incluidos schwannomas o hemangiomas que afectan el VII nervio craneal
¿Qué causa la parálisis facial?
Varios virus pueden desencadenar este tipo de parálisis. La afección ocurre cuando la hinchazón o la inflamación ejercen presión temporalmente sobre el nervio que controla los músculos faciales. Esta presión afecta la función del nervio, lo que dificulta el control de los músculos o las expresiones faciales. A medida que disminuye la inflamación, el nervio comienza a funcionar nuevamente. Pueden pasar varios meses hasta que los síntomas desaparezcan.

¿Se puede tener más de una vez parálisis facial?
Es inusual tener parálisis facial más de una vez en la vida, pero puede suceder. Una recurrencia es más probable dentro de los dos años del primer incidente. La parálisis del nervio facial puede afectar el mismo lado de la cara o el lado opuesto. Tiene más riesgo de recurrencia si el paciente tiene antecedentes familiares de la enfermedad.
¿Cuáles son los síntomas de la parálisis facial?
Los síntomas de la parálisis facial tienden a aparecer repentinamente y alcanzan una gravedad máxima dentro de las 48 a 72 horas. Algunas personas desarrollan síntomas leves. Otros experimentan una parálisis total.
Los síntomas comienzan a mejorar gradualmente en tres semanas. Hasta el 80 % de las personas se recuperan por completo.
Además de la “cara caída” los signos de la parálisis facial incluyen:
- Dificultad para hablar, comer o beber
- Caída de la saliva
- Ojos secos
- Dolor facial o de oído
- Dolor de cabeza
- Pérdida del gusto
- Zumbidos en los oídos (tinnitus)
- Sensibilidad a los sonidos
¿Cómo se diagnostica la parálisis facial?
Se puede realizar un diagnóstico basado en los síntomas. Otras condiciones, como el accidente cerebrovascular, la sarcoidosis y la enfermedad de Lyme, también pueden causar parálisis facial. Para descartar esas causas, es posible que se le realice una o más de las siguientes pruebas:
- Exámenes de sangre para detectar afecciones como la enfermedad de Lyme o la sarcoidosis
- Electromiografía para medir la actividad nerviosa y el daño
- Resonancia magnética nuclear o tomografía computarizada para descartar un accidente cerebrovascular u otras causas de daño nervioso
¿Cuál es el tratamiento de la parálisis facial?
Más del 95 por ciento de los niños con parálisis de Bell se recuperan completamente sin tratamiento. Los niños tienden a recuperarse mejor que los adultos.
La parálisis facial de un niño puede empeorar antes de que vea signos de mejoría. Por lo general, hay signos de mejoría en unas seis semanas. Puede pasar un año antes de que la debilidad facial desaparezca por completo. Algunos niños pueden tener debilidad leve y constante en los músculos faciales. En un número muy pequeño de niños, el nervio no se recupera y se tiene debilidad muscular permanente.
La parálisis facial requiere tratamiento en los siguientes casos:
- Si el niño tiene dificultad para cerrar el ojo afectado, es importante que tenga gotas lubricantes para los ojos varias veces al día. El médico le puede aconsejar. El ojo también debe cerrarse con un parche por la noche o cuando el niño se vaya a dormir.
- El médico puede recetar un medicamento antiviral (por ejemplo, aciclovir) si cree que un virus del herpes está causando la inflamación del nervio (síndrome de Ramsay-Hunt).
- Si el niño también tiene una infección de oído, su médico le recetará antibióticos y puede recomendar un drenaje quirúrgico de la infección de oído.
- Si hay signos de mastoiditis o parotiditis, es probable que el niño deba permanecer en el hospital y recibir antibióticos por vía intravenosa (IV).
- La parálisis facial mejora sin tratamiento. Aun así, el especialista puede recomendar una o más de estas terapias para aliviar los síntomas y una recuperación más rápida:

¿Cuál es el tratamiento quirúrgico de la parálisis facial?
- Cirugía de reanimación facial. Los procedimientos quirúrgicos especializados pueden abordar la parálisis facial grave o persistente en los niños, incluidos estos procedimientos:
- Transferencias musculares. El cirujano extrae uno o más tendones o músculos y los reubica en áreas de la cara donde pueden restaurar un movimiento más natural. Estos procedimientos incluyen:
- Transferencia del tendón temporal (también conocido como T3), que reubica un extremo del tendón temporal conectado a la mandíbula y lo acerca a la boca. Este procedimiento permite que el niño sonría apretando la mandíbula. El procedimiento T3 dura aproximadamente una hora y se puede realizar de forma ambulatoria.
- Transferencia de tendón digástrico, que reubica un tendón conectado a un músculo ubicado debajo de la mandíbula.
El injerto de nervio consiste en mover nervios de diferentes partes del cuerpo a la cara. El injerto puede restaurar tanto el movimiento como la sensación, aumentando el control muscular. Algunos ejemplos de esta técnica involucra mover el nervio hipogloso en la lengua, injertos faciales e injertos faciales cruzados.